jueves, 4 de febrero de 2016

El empirismo de David Hume


David Hume formó parte de un movimiento intelectual, la Ilustración escocesa (siglo XVIII), que incluía a pensadores como Adam Smith, Ferguson, Millar o Stewart. Compartían un programa para la construcción de las ciencias humanas, y sentaron las bases de campos como la economía, la sociología y la arqueología. Cuando accedió al poder un gobierno laico en Escocia, que intentó poner fin a las discordias religiosas, "las materias teológicas tradicionales dejaron de constituir el centro de gravedad de las universidades escocesas, y éste se desplazó hacia el derecho, la historia y la filosofía natural" (Collins, 2005:618). Los intelectuales de la Ilustración escocesa eran moderados religiosos, que se movían cada vez más en la dirección del naturalismo. La política escocesa había sido escenario de luchas entre facciones religiosas, y estos intelectuales se oponían al fanatismo de los partidos religiosos. Aunque Hume estuvo conectado con los deístas desde muy temprano, su empirismo y su escepticismo destruirían el deísmo. Hume purificó la tendencia empirista de sus predecesores (Locke y Berkeley), y no permitió ninguna otra fuente para la lógica o las ideas que nuestra experiencia de las impresiones sensoriales. Pasó tres años estudiando y escribiendo en La Flèche, lugar del viejo colegio jesuita de Descartes, y se informó acerca de las posiciones de cartesianos como Malebranche o Bayle. Pero criticó todas las posturas metafísicas previas, así como la certeza de las matemáticas, la necesidad de las causas, la identidad del yo e, implícitamente, la naturaleza del alma y cualquier argumento a favor de la existencia de la Divinidad.
    Una forma sencilla de empezar a conocer al filósofo escocés David Hume es a través de la lectura de la corta autobiografía que este empirista escéptico y radical escribió al final de su vida. Este pequeño texto, titulado Mi vida, ha aparecido publicado en el número 179 de la revista Claves de la razón práctica, en las páginas 66-68. En las páginas siguientes aparece el emotivo testimonio sobre Hume del economista Adam Smith, amigo y compañero intelectual del filósofo escocés.
    También podéis ver, a continuación, el documental sobre el filósofo escocés aparecido en el programa La aventura del Pensamiento, presentado por Fernando Savater.

COMPARACIÓN ENTRE RENÉ DESCARTES Y DAVID HUME:

 1. – Descartes era un RACIONALISTA (como Spinoza y Leibniz). Es decir, para él, el origen de todo conocimiento se debía la razón y las ideas innatas que ésta contiene. Sin embargo, Hume fue un EMPIRISTA (como Locke y Berkeley); a su entender el origen de conocimiento es la experiencia (pues nada hay en la razón que antes no estuviera en los sentidos).

2.– Para Descartes el modelo de las ciencias eran las MATEMÁTICAS mientras que según Hume constituían tal arquetipo las CIENCIAS NATURALES (en particular, la Física de Newton) y la ÉTICA. – Descartes propone como método científico el intuitivo-deductivo, el cual supone que origen del conocimiento está en la mente y en sus operaciones. Sin embargo, Hume entendía que era INDUCTIVO pues todo conocimiento verdadero debe partir de la experiencia y estar en correlación con ella (principio de correspondencia).

3. – Para Descartes el conocimiento necesario y universalmente válido es INNATO, aparece en nuestra mente por Dios y, aparte de las ideas de las matemáticas, este conocimiento es el de las sustancias: Yo, Dios, Mundo (Spinoza radicalizó este aspecto, pues para él la única sustancia es real Dios – dado que sólo Él no necesita de ninguna otra cosa para existir). En cambio, Hume cree que las Relaciones de Ideas (las matemáticas) constituyen un conocimiento verdadero, pero que la noción de sustancia sólo se impone por HÁBITO. Ciertamente es un concepto inevitable, pero las sustancias no existen (pues no se corresponden con ninguna impresión, ni simple ni compleja).

4.– Descartes denomina CRITERIO DE VERDAD o de evidencia a la “claridad y distinción”. Es decir, una idea es verdadera si la percibimos con claridad y distinción. Sin embargo, para Hume, se trata del criterio de correspondencia, pues una idea es verdadera cuando se corresponde con una impresión o conjunto de impresiones.

5.– Descartes compara una idea a una LENTE a través de la cual captamos la realidad (o la esencia de las cosas). En cambio, para Hume (al igual que para Locke) las ideas son o bien, por un lado, la copia debilitada que queda en nuestra mente de una impresión o bien, por otro, el resultado que por hábito se produce en nuestra mente al asociar varias impresiones.

Cuestiones:
- Elabora un esquema comparativo de las filosofías de Descartes y de Hume.

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