viernes, 31 de enero de 2014

Música y Filosofía: Leibniz y Radio Futura

(65) El Autor de la Naturaleza ha podido llevar a cabo este artificio divino e infinitamente maravilloso, porque cada porción de la materia no sólo es divisible al infinito, como reconocieron los antiguos, sino que, además, cada parte está, en acto y en fin, subdividida en partes, cada una de las cuales goza de cierto movimiento propio. De lo contrario, sería imposible que cada porción de la materia pudiera expresar todo el universo.

(66) De donde es evidente que en la más mínima porción de la materia hay un Mundo de criaturas, de vivientes, de Animales, de Entelequias, de Almas.

(67) Cada porción de la materia puede ser concebida como un jardín lleno de plantas y como un estanque lleno de peces. Pero cada rama de la planta, cada miembro del Animal, cada gota de sus humores es, a su vez, un jardín o un estanque igual que los primeros".

                                                                   G. W. Leibniz, Monadología (1714).

 En 90 parágrafos, de muy pocas líneas cada uno, la Monadología de Leibniz es "uno de los sistemas filosóficos más densos y brillantes de cuantos ha producido no ya la filosofía moderna sino la filosofía universal". Es un sistema que no quiere dejar fuera de su horizonte a ningún contenido, pues pretende abarcar a la totalidad del universo, al conjunto de todos los fenómenos: "a los puntos del espacio geométrico y a las gotas de agua, a los astros y a los organismos animales, a las sociedades humanas y a las sociedades de los ángeles"(G. Bueno, Introducción a la Monadología, Pentalfa, 1981)
En lo que respecta al mundo físico, como vemos en el texto de arriba, Leibniz trata a los fenómenos del Mundo a través de las categorías biológicas, según una tesis hilozoista por la cual "en la más mínima parte de materia hay un mundo de criaturas, vivientes, de animales, de entelequias, de almas" .

De Pitágoras a Nietzsche, la filosofía y la música han tenido fructíferos encuentros. Un ejemplo, en relación con el texto anterior de Leibniz, es el del grupo Radio Futura que en 1982 editó el single "La estatua del jardín botánico" (elegida en 2006, por la revista Rolling Stone, en el puesto 21º de las 200 mejores canciones del pop-rock español). Su compositor, Santiago Auserón, era entonces estudiante de Filosofía y solía estudiar escuchando música:
 “La canción se me ocurrió mientras escuchaba Another Green World, de Brian Eno, y leía la Monadología, del filósofo alemán Leibniz. Ese librito tiene unas imágenes muy misteriosas que hablan de que dentro de cada estanque hay nuevos estanques y nuevos jardines, en el que siempre encontraremos nuevos peces y nuevas plantas. Esa imagen de mundos dentro de mundos me impresionó mucho". La melodía hizo el resto (Revista Rolling Stone)

jueves, 2 de enero de 2014

El temperamento filosófico de Descartes

Estamos leyendo la segunda parte del Discurso del Método, y empezamos a ver las reglas del método cartesiano. Como ejemplo de la importancia de este nuevo camino ("methodos") para la ciencia, os dejo algunas reflexiones del filósofo Peter Solterdijk (Temperamentos filosóficos, Siruela, 2010):

"Con su concepto de método, Descartes dio a conocer a todo el mundo su rechazo al lastre dogmático de las universidades aristotélicas. De manera elegante y antiautoritaria, la reflexión cartesiana rechazaba los derechos de la tradición y sus catedráticos: quien posee la energía para comenzar de nuevo no debe mantener ningún diálogo más con los difuntos; quien abre esta nueva página está exento del diálogo con la historia. Con semejante mentalidad, este nuevo filósofo ya no encontraba ningún gusto en los torneos argumentativos de una cultura impotente y autorreferencial producida en la Sorbona (...) Con la palabra "método", Descartes abrió de par en par las ventanas al presente, y se demostró que aquélla fue una época en la que la capacidad humana fortalecida exigía ser asentada sobre un nuevo fundamento lógico y moral".
"Como creador del mito analítico, Descartes creó, por decirlo así, la metafísica de la ingeniería mecánica, comenzando a descomponer todo lo existente en sencillas partículas mínimas y tratando de dar con las reglas que rigen sus composiciones. Al obligar por completo al pensamiento a nn ir y venir entre el análisis y la síntesis, convirtió a la razón misma en ingeniera y le sustrajo la vieja musa contemplativa que hasta entonces la había poseído. Ahora, los pensamientos pasan a ser formas interiorizadas del trabajo, y la propia vida del espíritu es colocada en la vía de la producción de cosas útiles. No obstante, sería equivocado creer que la convicción mecanicista fundamental de Descartes tuvo que llevar por fuerza a una ruptura con la tradición teológica". 
No obstante, en este nuevo comienzo metódico del pensamiento científico Dios seguirá ocupando el fundamento de todos los fundamentos. Aunque algunos autores consideran que el dios de los racionalistas se parecería más al orden matemático, a una simple ecuación o ley física, que al dios de las grandes religiones. Dios sería simplemente el garante de que las leyes de nuestra razón son también las que rigen el Universo, que nuestra razón no se equivoca cuando cree conocer con evidencia.